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Entrevista a Lola Sánchez, eurodiputada de Podemos

18 de febrero de 2016

"La ciudadanía se tiene que seguir organizando para dar a conocer el TTIP"

Lola Sánchez Caldentey es una de los 5 eurodiputados de Podemos. La lucha contra los tratados de libre comercio ha sido una de sus principales batallas desde que llegó al parlamento europeo. Hablamos con ella sobre cómo la UE negocia tratados en secreto en detrimento de la democracia, los derechos y la soberanía de la ciudadanía.


"La ciudadanía se tiene que seguir organizando para dar a conocer el TTIP"

Llevas ya cerca de dos años en el Parlamento Europeo (PE) ¿cuáles son tus impresiones? ¿Crees que es eficaz vuestro trabajo?

En el PE trabajamos a destajo, mucho trabajo parlamentario, producimos muchos documentos y declaraciones políticas que luego desgraciadamente no van a ninguna parte, por lo que no es un falta de capacidad, sino que falta que toda la legislación que regulamos aquí sea de verdad vinculante para la Comisión Europea (CE). Este es uno de los puntos de falta de democracia más graves de las instituciones europeas. Al final la voz del PE se quedan en eso, sólo en voz, porque la CE tiene la potestad de cambiarlo todo. Por lo que aunque nosotros podamos trabajar e intentar legislar según nuestras líneas políticas, al final ese trabajo no es obligatorio ni vinculante, por lo que en la mayoría de las ocasiones no sirve de mucho.

Te sientas y trabajas en un PE donde las decisiones de 751 personas elegidas democráticamente se supeditan a las de organismos no democráticos como la Comisión Europea o el Banco Central Europeo

¿Cómo se democratiza Europa?

Para empezar tener un PE que no esté invadido por los lobbys. El sistema de elección no creo que sea el que falle, lo que falla es el funcionamiento interno. El PE es un campo libre para lobbys. Aquí se compran y se venden voluntades diariamente, ni siquiera se suelen esconder, además las incompatibilidades de algunos eurodiputados son escandalosas. Muchos de ellos están legislando sobre leyes que afectan a empresas de las que son dueños o participantes.

Por otro lado, el PE debería tener iniciativa legislativa. Es una barbaridad que la única cámara que está elegida por los ciudadanos no la tenga. Aquí nos dedicamos a maquillar las decisiones que nos vienen dadas desde el Consejo Europeo o la Comisión Europea, no se puede permitir que órganos no democráticos estén por encima de los que han sido elegidos por la ciudadanía. A esto le tenemos que dar la vuelta. El PE tiene que ser de donde emanen los órganos ejecutivos de la CE. Los comisarios deberían ser eurodiputados, y que el resto de eurodiputados los eligiéramos en votaciones.

¿Cómo se vive desde una institución europea, que tiene que representar los intereses de los europeos, que decisiones tomadas por organismos no democráticos “castiguen” a una población?

Se vive con impotencia, pero también con convicción y compromiso político. Nosotros tenemos un contrato vinculante con la gente, que es nuestro programa electoral y es el que seguimos. Por tanto rechazamos y condenamos el golpe de estado financiero a Grecia. Es absolutamente perverso y despreciable que condenen a la mayoría a la población a recortes en servicios públicos y a situaciones de precariedad, pobreza y desigualdad sin precedentes. Las políticas impuestas por la TROIKA sólo aumentan la brecha entre los que más tienen y una minoría privilegiada. Por ello no cesaremos en pedir la democratización de las instituciones, en que se respete la soberanía de los pueblos, en que se apliquen políticas fiscales progresivas, en que se respeten los Derechos Humanos y se limite el poder de las multinacionales. Es decir, que se democraticen las instituciones y que se pongan al servicio de la gente. Pero también que se democratice la economía.

Sin embargo aquí dentro la mayoría del PE tiene prácticamente el mismo color. Esto lo podemos ver claramente cuando vemos votar al Partido Socialista que, prácticamente en un 80% de los casos, vota en el plenario lo mismo que el Partido Liberal al que pertenece el Partido Popular. Esa es un señal de que la socialdemocracia europea está totalmente perdida.

La sensación que tiene alguien como yo, que no había estado involucrada en las instituciones anteriormente, al entrar aquí es que muy pocos eurodiputados representan realmente los intereses de sus votantes. Este hecho cuando hablamos del grupo socialista es más claro todavía.

Una de tus principales batallas desde que estás en Europa es la oposición contra los tratados de libre comercio. ¿En qué punto se encuentra ahora mismo las negociaciones de esos tratados y vuestra campaña para intentar oponeros?

Estamos en un momento muy importante en relación con los tratados, ya que estamos ahora mismo en tres procesos de tres tratados distintos, el TTIP, CETA y TISA, y estamos en momentos decisivos en sus negociaciones.

El TTIP se sigue negociando, ahora en febrero tenemos una nueva ronda de negociaciones y de momento el PE no tiene nada que hacer, sólo esperar y ver como las negociaciones sigan adelante sin poder oponernos de ninguna manera, más allá de seguir denunciando y arrojando luz sobre lo que nos puede traer.

Esperamos que el grupo socialista vote en contra de estos tratados


En cuanto al TISA, el PE ha aprobado hace escasos días un informe sobre líneas rojas para su elaboración por parte de la CE que se lo pondrá bastante difícil, ya que se han presentado ciertas líneas que la CE no había tenido en cuenta, por lo que ahora se encuentra en la difícil situación de tener que volver a la mesa de negociaciones con unas líneas rojas que el PE le ha dejado clarísimo que si no las resuelve no lo aprobarán.

Con el CETA parece que les han entrado las prisas, ya sólo les falta traducir el texto y parece que lo quieren llevar al Consejo Europeo antes de verano. Si este lo aprueba nos llegará a nosotros pero, como siempre pasa, sólo podremos aprobar o rechazar ya que no se nos permite mostrar enmiendas o rechazar parcialmente el documento. Solo podemos decir sí o no. Este último tratado preocupa especialmente porque recoge una protección al inversor mediante tribunales privados y opacos sin posibilidad de recurrir, que es lo que la CE ha estado cambiando respecto al TTIP. Entonces no sabemos si se volverán a abrir las negociaciones del ISDS del CETA. Esperamos que el grupo socialista vote en contra de este tratado ya que el ISDS es exactamente lo mismo que lo que hemos estado luchando en el TTIP.

Secretismo en las negociaciones, sistemas no democráticos, organismos de decisión acosados y controlados por lobbys... ¿cómo podemos luchar la ciudadanía contra la aprobación de los tratados de libre comercio?

Pues dándolos a conocer y haciendo ruido, porque lo que está claro es que las quejas y las denuncias al final funcionan. Es una pena que en una institución que se supone democrática sea está la única manera de saber y conocer lo que se está cociendo en relación a los tratados. Pero gracias a estas denuncias y movilizaciones de la gente, la CE se ha visto obligada a dar pequeños pasos para mostrar algo más de transparencia.

Directores de muchos medios dan órdenes expresas a sus periodistas de que no se hable sobre el TTIP


La movilización y respuesta de los movimientos sociales y sociedad civil es espectacular y son los verdaderos motores de la lucha contra el TTIP. Son los lectores e investigadores más audaces de los documentos filtrados. Por ello es clave la movilización, la concienciación, la presión a nuestros representantes y la acción en las calles.

Existe un segundo bloqueo, el informativo. Los grandes medios en España no hablan sobre el TTIP y sabemos que directores de muchos medios dan órdenes expresas a sus periodistas de que no se hable sobre el TTIP.

El tema está totalmente bloqueado, tanto por medios como por organismos europeos, por lo que la ciudadanía se tiene que seguir organizando tal y como lo hemos hecho hasta ahora en plataformas y movimientos sociales que sean los que informen a la ciudadanía, porque lo que está claro es que en cuanto la gente conoce de que tratan estos tratados automáticamente se oponen. No hace falta conocer cómo funciona la economía mundial para darse cuenta de cómo van a influir en nuestra vida cotidiana este tipo de tratados de libre comercio.

¿Cómo afectará a la lucha contra el TTIP un gobierno en España de coalición de izquierdas entre Podemos y un PSOE que ha votado en Bruselas constantemente a favor de estos tratados?

En un posible gobierno de coalición con Podemos, no dudamos ni por un momento que el TTIP será un tema clave. Hasta ahora, Podemos ha puesto como línea roja para las negociaciones el rechazo a éste y otros mega-tratados de comercio e inversión.

Quien está fuera de lugar es el PSOE, pues nunca debió apoyar este tipo de acuerdos que minan no solo la capacidad de regular de los Estados, sino los derechos laborales, medioambientales, de seguridad alimentaria y al consumidor, que tantas décadas de lucha socialista nos trajeron. Hoy parece ser que consideran todos estos derechos peleados por sus antecesores, simples obstáculos al comercio, al igual que lo hacen las grandes multinacionales. Para mí es del todo incomprensible esta traición a su historia, y por ello tengo confianza en que las bases socialistas empujen a sus líderes a rechazar estas políticas. Podemos estará ahí para recordarles, a estos líderes, cuál es el lado de la democracia, así que, en caso de formar gobierno con ellos, estoy segura que la lucha contra el TTIP en nuestro país cobrará mucha más fuerza.

El 19, 20 y 21 de febrero se celebra en Madrid el encuentro Plan B, que lanzó un llamamiento en la que tú eres la primera firmante. ¿Cuáles son los objetivos de este Plan B?

El Plan B es un movimiento que pretende acabar con la austeridad impuesta y que busca una democratización de Europa. Es una conferencia participativa para que los distintos movimientos sociales y políticos que ya llevan tiempo luchando por cambiar Europa puedan buscar estrategias comunes. El Plan B es una buena oportunidad para que sea la gente la que haga política sin intermediarios para que sea la gente la que acabé por rescatar a Europa.

Le pedimos a Lola que recomiende un libro a nuestros lectores

El perfume de Patrick Süskind. Ese libro me impactó, era adolescente cuando lo leí y creo que leyendo ese libro entendí por qué hay personas carentes de empatía con sus semejantes. Al final esa visión es aplicable a todo esto que me rodea ahora mismo, porque cuando veo a Lagarde, Draghi o Juncker me doy cuenta de que son gente carentes de empatía con el resto de la humanidad y que no son capaces de ponerse en la piel otras personas.

Yago Álvarez  

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