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Entrevista a Albert Cañigueral sobre economía colaborativa

25 de junio de 2015

"El consumo hay que entenderlo como un acto de acceso y no de compra y posesión"

Albert Cañigueral es el autor del blog Consumo Colaborativo y del libro “Vivir mejor con menos”. Desde que creó el blog, este ingeniero de profesión, se ha convertido en un referente dentro de la economía colaborativa (EC) y se dedica a promover los valores de esta nueva forma de consumir y producir.


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De izq a der: Paco Rodríguez, Luis Tamayo y Albert Cañigueral

Quedamos con el para entrevistarle en una cafetería pero no aparece solo y Albert, como no podría ser de otra manera, decide “compartir” la entrevista con dos personas más. Luis Tamayo es sociólogo y analista de tendencias. Desde hace años trabaja como consultor en negocios de la economía colaborativa y pertenece a OuiShare, una organización internacional cuyo propósito es divulgar y promover esta economía. Paco Rodríguez trabaja como “conector” en Ouishare y promueve el consumo colaborativo, el conocimiento abierto y la creación de comunidades desde iniciativas como el Open Tour 2015 de OuiShare.

¿Qué es el consumo colaborativo?

Paco: El consumo colaborativo es lo que se ha hecho toda la vida pero que ahora gracias a la tecnología se puede hacer con desconocidos. El hecho de compartir, algo que antes sólo hacías con tus vecino o familia, ahora gracias a unos sistemas de reputación que ofrecen seguridad a los intercambios, lo puedes hacer con desconocidos. De este modo y a través de estas plataformas puedes dormir en China, viajar en coche a donde quieras o intercambiar cosas que ya no utilizas con desconocidos.

Albert: La definición sigue viva y en continuo debate, por ese mismo motivo estamos organizando jornadas de debate y reflexión entorno a esos términos. Precisamente hace poco el diccionario británico de Oxford ha incluido el término “sharing economy” y la han liado bastante. Al final de la definición termina con la coletilla “for free or for a fee”, o sea gratis o por una tarifa, lo cual incluiría a Uber como sharing economy y esto ha creado de nuevo un gran revuelo y debate entorno a la definición. Todavía no hay una definición en la que todos estemos de acuerdo.

Parece que la economía colaborativa ha cambiado el paradigma de lo que significa la confianza y lo ha cambiado por la palabra “reputación”

Luis: Yo creo que fue algo que hemos ido aprendiendo en las redes sociales. En ellas nos hemos acostumbrado a interactuar con desconocidos por tener los mismos gustos o aptitudes. Hemos intercambiado datos y archivos, lo cual nos ha facilitado el salto a interactuar con desconocidos en el mundo real. Ahora podemos saber más de una persona que se encuentra en el otro lado del planeta con la que mantenemos una relación online que de nuestro propio vecino al que vemos todos los días.

Albert: Yo creo que poder confiar en desconocidos es un cambio brutal. Hasta ahora la sociedad ha funcionado desconfiando por defecto y creo que aun no somos conscientes de lo que esto puede llegar a suponer.

La reputación es lo que piensa la comunidad de ti. Todos estos servicios crean una comunidad a su alrededor donde los usuarios, tanto productores como consumidores, valoran al resto de los usuarios de esa comunidad. Además es contextual, porque tu buena reputación en un servicio no tiene porque ser bueno en otro. Puedes ser un excelente anfitrión en AirBnB pero ser un conductor suicida en Blablacar. La reputación es otra herramienta en la que tenemos mucho camino por recorrer para seguir evolucionando ese concepto.

Luis: Sirve también como herramienta de autocontrol y autoseguridad, porque en el momento que ese conductor suicida sea valorado por el resto será expulsado de una manera o otra por la comunidad.

¿De qué tratan este tipo de redes de colaboración como OuiShare?

Albert: La definición oficial es que somos una comunidad de apasionados de la economía colaborativa que intentamos promover, divulgar y acompañar a este proceso hacía un modelo de sociedad más colaborativa.

Paco: Para mi una de las palabras claves es ese puesto que tenemos y llamamos “conector”, que es esta figura que ya empieza a conocer todo el panorama del consumo colaborativo y su misión es la de poner en común a diferentes empresas, consumidores e incluso a conectar al sector público con las empresas privadas.

Albert: Hay cuatro patas básicas en Ouishare. Una sería las de conexión que ha explicado Paco. Otra sería la de Think Tank crítico y avanzado sobre estos temas en el que formamos y debatimos las ideas principales que marcan las líneas de este tipo de economía. La tercera sería la incubadora de proyectos, donde desarrollamos o acompañamos a nuevas iniciativas. En último lugar también estaría la función educadora que se cubre bajo el paraguas de lo que hemos llamado OuiShare Academy.

La EC promueve unos valores ecológicos de no comprar cuando se puede compartir o reutilizar lo que otra personas no usa. Alguien podría rebatir estas ideas con el argumento de que en este momento lo que se necesita es “reactivar el consumo para reactivar la economía”

Paco: Consumo siempre va a haber. Este es un sistema alternativo para personas que tienen necesidades diferentes. No se trata de destruir lo que hay sino de crear un tipo de economía más social, sostenible y económica. Además este tipo de economía hará que mejore la actual ya que las empresas tradicionales deberán aprender a mejorar para poder competir y atraer a la gente que se está pasando a la EC.

"Este es un sistema alternativo para personas que tienen necesidades diferentes"

Albert: El consumo hay que entenderlo como un acto de acceso y no como un acto de compra y posesión. A estos argumentos hay que contestar que sólo hay un planeta y si seguimos así lo acabaremos destruyendo, por lo tanto la EC es una alternativa de futuro a explorar. Además todo este consumo está financiado a base de deuda, por lo tanto ya no es que no sea sostenible a nivel ecológico, sino que no lo es a nivel económico.

Paco: La gente se puede adaptar a nuevos sistemas económicos, como ha hecho varias veces durante la historia, pero en el tema de los recursos la cosa es algo más complicada.

Albert: Se tendrá que cambiar también el concepto de la fabricación tal y como la conocemos y cambiar a modelos como la economía circular, productos reparables de código abierto, modular y este tipo de conceptos donde se realizan servicios entorno al producto en vez de fabricar productos, pero esa es una transición que será dura y habrá que acompañarla.

Luis: Este tipo de modelos se basa en ser eficiente pero es un absurdo que con los avances tecnológicos que estamos viviendo ahora sigamos pensando con la mentalidad industrial. Tenemos que construir alternativas.

El gran debate que encontramos ahora es debatir donde se encuentra la línea entre compartir y ganar dinero, entre colaborar y evitar pagar impuestos ¿dónde está esa línea?

Albert: Creo que no estamos en un punto maduro todavía para poder poner esa línea, es más interesante seguir debatiendo. Para mi, todo aquello que contribuye a un consumo más eficiente, al empoderamiento de la gente a interactuar de manera directa, ya bien sea usando dinero o sin el, es una opción colaborativa.

Paco: Yo veo bien el rentabilizar los activos por los que tú ya has pagado y no tiene porque considerarse como “ganar dinero”, por ejemplo si tú ya has pagado por tu coche y no le das un uso pleno por qué no vas a recuperar y rentabilizar ese activo compartiéndolo.

Albert: En cuanto al tema de los impuestos creo que al usar tecnología y plataformas de pago hace muy trazable el dinero que se mueve, pero todavía no hay una manera de pagar impuestos para estas personas que no tienen una actividad empresarial como tal pero que van sacando pequeños ingresos. Para la administración poner un impuesto a este tipo de ingresos sería reconocer su validez y su legalidad y por ello no están colaborando en ello. Para el gobierno es un paso que todavía no saben como dar y que les puede poner en un compromiso.

"Para la administración poner un impuesto a este tipo de ingresos sería reconocer su validez y su legalidad"

Paco: En España además tenemos el problema de la rigidez del autónomo que no permite, como pasa en otros países, que simplemente pagues por cada trabajo o ingreso que hagas.

Luis: En el momento actual es necesario meter el dinero en la ecuación, porque la sociedad no está preparado para un sistema sin dinero y por un problema de sostenibilidad de los proyectos. La clave es en como redistribuir ese dinero y no imitar los modelos económicos de las empresas más radicales capitalistas. Si al final se consigue que el usuario tenga más poder a la hora de tomar decisiones y se distribuyen de una manera más eficaz los beneficios será un cambio muy interesante, más allá del uso del dinero.

Muchos fondos de inversión y de capital riesgo, que pueden ser los mismos que estén invirtiendo en empresas armamentísticas, están entrando en este tipo de empresas porque ven beneficio económico

Albert: Para mi es un problema, porque el dinero es una herramienta que se puede usar de una manera o otra y estos fondos de capital simplemente esperan un retorno económico de ese capital invertido, por lo tanto creo que es importante que se metan fondos de impacto social, meter dinero que tenga otra espectativa de retorno diferente a la del capitalismo tradicional, pero aun no hemos llegado ahí.

Luis: La realidad es que cuando hablas con los emprendedores te dicen que esa teoría es muy bonita, pero cuando necesitan dinero y vienen esos señores y se lo dan lo tienen que aceptar porque conseguir financiación por otras vías es algo que ahora está muy complicado.

Albert: Si tienes una comunidad fuerte y lo suficientemente grande te puedes llegar a financiar con la comunidad, esto ya lo han hecho algunas empresas, pero siguen siendo ejemplos minoritarios.

Luis: Este tema sería más interesante si las empresas fueran más transparentes, que pudiéramos saber de que manera se han financiado y así juzgar. Saber si esta empresa ha sacado dinero de uno de estos fondos o de un banco, pero evidentemente si no se hace es porque no interesa.

¿Cómo veis la posibilidad de introducir los valores de la EC en la educación, ya sea en las universidades o en los colegios?

Luis: Hay proyectos en marcha que van en la línea de ver que pasaría si introducimos la EC en las universidades y la experiencia hasta el momento ha sido dura. No hemos encontrado un público tan receptivo como esperábamos. El desconocimiento de la EC es muy grande a pesar de la edad y de ser una generación tecnológica. Además nos hemos encontrado con una generación bastante desmotivada, siempre hay un pequeño porcentaje de gente muy activa, pero la gran mayoría ve la universidad como un sitio de transito donde vas a aprobar y poco más, por lo que seguimos dando vueltas a como introducirlo. Hemos conseguido algunas cosas pero ha sido gracias a las iniciativas individuales de algunos profesores que han trabajado para realizar algún evento, pero no hemos conseguido ningún apoyo por parte de las universidades.

Debe ser desolador ver que un valor como el de “compartir” sea tan difícil de promover

Luis: Así es. También es verdad que hemos ido a unas facultades que no son las más propicias para este tipo de ideas, como son las facultades de administración de empresas, económicas o derecho. Nos queda la asignatura pendiente de ir a otras facultades como pueden ser políticas o sociología donde hay más activistas o interesados por temas sociales.

Paco: En cuanto a los colegios parece que cambia la cosa. Un compañero nuestro dio un taller en un colegio de Madrid y la charla que debería haber durado una hora se alargó a tres horas porque los chavales de 6 o 7 años no paraban de preguntar, justo lo contrario de las experiencias en la universidad. A los niños, que no tienen las ideas tan preconcevidas, les parece algo muy curioso y parecen entender mejor esos términos, por lo que es una opción que nos estamos planteando. Vemos que posiblemente sea mejor empezar a introducir esos valores en los colegios, después de todo esos niños son el futuro más presente, serán nuestros abogados, empresarios, jueces, etc.

Luis: En esa línea estamos manejando dos opciones. Primero barajamos ir directamente a los profesores antes que al alumno, estamos pensando en formar kits de contenidos y herramientas para formadores. Por otra parte, estamos pensando en crear nuestra propia universidad. En vez de ir nosotros, la creamos y que venga a quien le interese.

¿Cómo veis la EC dentro de 10 años?

Albert: Lo principal que veo y que creo que debe ocurrir es la normalización. Lo que ahora se ve como algo extraño o un término que mucha gente no conoce, espero que en 10 años sea una opción más de consumo. Que ya no sea raro y que incluso muchas empresas tradicionales hayan tenido que evolucionar para ofrecer servicios que compitan con ese tipo de consumo.

Luis: Además de la normalización, creo que habrá evolucionado a servicios y productos que ahora no somos ni capaces de imaginar. Será una evolución en la forma de consumo y puede que incluso ya no se llame EC y la llamemos de otra manera.

Albert: Eso es cierto, ya no hablaremos de EC. Cuando un concepto o tecnología empieza a aportar valor a la sociedad se deja de hablar de ello como tal. Por ejemplo, hace años cuando hacías un trabajo en el colegio te preguntaban si lo hacías “a ordenador o a máquina”, llega un punto que la normalización de la tecnología hace que esa pregunta desaparezca y el hacer algo “a ordenador” sea una expresión que ya no se use.

A nivel monetario también veo una evolución que cambie el actual monocultivo de monedas hacía un futuro donde estaremos acostumbrados a manejar varias monedas o modos de pagos. Ya estamos viendo ejemplos con las tarjetas de puntos de algunos supermecados o opciones como las criptomonedas o monedas locales, pero aun seguimos esclavizados por el euro donde no tenemos ningún poder sobre su creación.

Para terminar pedimos a los tres que nos recomienden un libro

Paco: Yo recomiendo “Qué harías si no tuvieras miedo” de Borja Vilaseca. Es un libro que habla de como el miedo nos hace seguir el camino marcado por los mercados en nuestra vida y que produzcamos lo que le interesa a ellos. Vendemos nuestra vida a cambio de comodidad en vez de echarle valor y vivir fuera de la zona de confort pero haciendo algo que nos llena y completa como personas.

Luis: “El año sin pantalones” de Scott Berkun. Trata sobre un hombre que ha estado trabajando en wordpress durante un año. Muestra muy bien como está cambiando el paradigma del trabajo en las empresas al explicar que trabaja desde casa y sólo se ven físicamente una vez al año. Muestra como las empresas tecnológicas nuevas se están organizando de otra manera.

Albert: “Lo pequeño es hermoso" de el economista alemán E. F. Schumacher. Es del 73 y parece estar escrito hace una semana.

Yago Álvarez