"Si no cambiamos el modelo nuestros hijos y nietos sufrirán lo que ya se sufre en otros países", alertaba Paco Álvarez, economista y embajador de la Economía del Bien Común en España, en la apertura del encuentro de Buenas Prácticas de la Economía del Bien Común donde a lo largo del viernes y sábado se dieron cita un importante número de empresas de todos los tamaños y sectores. Desde un gabinete de psicología, consultoría informática, empresas sociales, diseñadores, agencias de comunicación y servicios empresariales, hasta fabricantes de moda, distribuidores de energía verde, arquitectos y varias cooperativas.
El punto de encuentro entre todas ellas es el objetivo de plantear sus negocios desde una perspectiva sostenible y en un tamaño óptimo, basado en las personas y en armonía con el medio ambiente, entendiendo que las empresas son los verdaderos agentes de cambio social.
Muchas de estas empresas no han nacido con la Economía del Bien Común, acuñada por Christian Felber con la publicación de su libro en el año en el año 2012, sino que llevaban años realizando prácticas éticas, respetuosas con el medio ambiente y que anteponen el beneficio común al económico, es por ello que muchas de esas empresas hayan decidido realizar el Balance del Bien Común como una herramienta para que su prácticas sean valoradas y formar una comunidad de empresas con un denominador común: convertirse en agentes de un cambio social. Estas jornadas han funcionado a modo de intercambio de ideas, en ellas se han compartido experiencias, diferentes visiones y modos de aplicar la Economía del Bien Común. Los representantes de cada una de las empresas expusieron prácticas relacionadas con la gestión de los recursos humanos, la relación con los clientes, con los proveedores o sobre la gestión energética.
En el caso de las empresas agrícolas se han presentado propuestas encaminadas a recuperar el minifundio, cultivar con criterios ecológicos evitando el abandono de las tierras de cultivo, ofreciendo productos de calidad sin encarecer el precio con intermediarios que no aporten valor, formando a las nuevas generaciones para que sepan apreciar la calidad y variedades de los productos de la tierra
En el encuentro, además de compartir experiencias, se tendieron puentes con otras organizaciones que llevan años trabajando con una nueva perspectiva económica como Fiare, REAS, ATTAC, Oui Share, el Mercado Social de Madrid o SETEM, entre otras. De esta manera la asociación por la Economía del Bien Común intenta estrechar la relación existente entre sus prácticas y las de la banca ética, el comercio justo o la economía colaborativa.
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