El estudio, que ha sido llevado a cabo durante el primer trimestre del año 2016 por del Grupo de trabajo "Bicicleta y movilidad sostenible" de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, y la Asociación para la Difusión de la Economía Crítica y Social (ADECS), está basado en las respuestas de una muestra de 404 personas, mayores de edad, usuarios y no usuarios de bicicleta. Tanto las personas que usan la bicicleta como las que no lo hacen muestran una visión positiva de esta forma de transporte dentro de la ciudad.

Así, el deseo de una transformación de la movilidad urbana que favorezca el uso de la bicicleta, lo expresan los ciudadanos encuestados de una forma extremadamente contundente: el 96% cree que “en mi ciudad debería haber más bicicletas y menos coches” y el 90% que “mi ciudad tendría que estar mejor adaptada para el uso de la bicicleta”. En ambos enunciados, solamente el 1% se manifiesta expresamente en desacuerdo.

Consecuentemente con estas posturas, los encuestados reclaman medidas de los poderes públicos para potenciar el uso de la bicicleta en la ciudad: un elevadísimo 92% cree que “habría que realizar campañas para que los ciudadanos utilicemos más las bicicletas para desplazarnos por la ciudad” y, en una posición crítica muy mayoritaria (89%), creen también que “los políticos no adoptan medidas para que, de verdad la bicicleta pueda ser usado por los ciudadanos para ir al trabajo o moverse por la ciudad”.

La opinión favorable de la mayoría de ciudadanos respecto al uso de la bicicleta como medio de movilidad urbana, se confirma cuando se les presenta un enunciado que evita el posible sesgo hacía la respuesta afirmativa: solamente un 7% cree que la bicicleta no es un medio adecuado para moverse por la ciudad.

Otra de las conclusiones fundamentales que se desprenden de las respuestas de los encuestados, es la percepción de que se ha normalizado del uso de la bicicleta como medio de movilidad urbana para todos los ciudadanos, abandonando cualquier tópico o prejuicio que asociara el uso de la bicicleta a determinadas personas, edades o grupos sociales. Prueba de esta normalización son los siguientes datos:
Solamente un 1% de los encuestados cree que “usar la bicicleta para desplazarse por la ciudad es más propio de jóvenes que de adultos o personas mayores”, o que sea “más propio de hombres que de mujeres”.

Ni una sola persona entre los encuestados cree que “quienes usan la bicicleta lo hacen porque no tienen dinero para comprarse una moto o coche” y solamente un 4% cree que “las personas que usan bicicleta para desplazarse suelen ser de una clase social más baja que los que lo hacen por otros medios”. Es un porcentaje reducido, aunque más significativo (11%), el de los que creen que para “para desplazarse en bicicleta por la ciudad, hay que tener un buen estado físico”.

No obstante, prueba de que algunos prejuicios subsisten, es que un significativo 17% de los encuestados está de acuerdo con que “las personas con medios económicos, o trabajos de responsabilidad no usan la bicicleta para desplazarse”. El 60% está expresamente en desacuerdo con este enunciado.

Principales problemas de los usuarios de bicicleta para desplazarse por este medio.

Los usuarios de bicicleta han señalado, como principales problemas para desplazarse por ese medio, en orden de importancia, los siguientes:
Los conflictos con los conductores de automóviles, motos o autobuses, que no respetan a los ciclistas. Este es el problema que ha sido señalado por un mayor número de usuarios de bicicleta (94%).El 68% de estos usuarios considera que se trata de un problema muy importante.

El peligro de robo cuando se deja aparcada la bicicleta es el segundo problema para el desplazamiento de los ciclistas, ya que es señalado por el 90%, y el 62% lo considera muy importante. La invasión de carriles bici por peatones y coches, también es un problema muy relevante para la inmensa mayoría de usuarios de la bicicleta (89%). El 52% lo considera como muy importante. El 86% señala como problema la falta de carriles bici o vías pacificadas. Para el 49% se trata de un problema muy importante. El peligro que supone circular en la ciudad es un problema para el 85% de los usuarios de bicicleta, de los cuales el 52% consideran este problema como muy relevante. La dificultad para dejar aparcada la bicicleta, en lugar seguro, fuera de casa preocupa al 82% de los ciclistas, de los cuales el 56% consideran que esta dificultad es un problema muy relevante. No poder llevar la bicicleta en los transportes públicos como metro, tren o autobús es un problema para el 78% de los usuarios de bicicleta de los que el 43% lo consideran como muy importante. Por último, los conflictos con los peatones, aunque menos frecuentes que con los otros vehículos, es señalado como problema por el 68% de los ciclistas, y el 23% lo consideran muy importante.

Otros problemas que han señalado un número significativo de los usuarios de bicicletas, aunque no de forma tan mayoritaria como los anteriores, son la dificultad para sacar y meter la bicicleta del domicilio (46%) y no conocer las normas de circulación, las señales o direcciones en la calzadas, etc. (36%). En cambio, los conflictos entre los propios ciclistas son mucho menos frecuentes, ya que son señalados como problema por el 17%, y solamente el 4% lo considera importante.

Finalmente, la imagen social del usuario de bicicleta como medio de movilidad, no parece ser ya un problema para la mayoría. Solamente el 13% considera que es un problema que la bicicleta pueda no dar buena imagen o estar mal visto en el trabajo o en algunas actividades sociales, y un reducido 3% lo señala como problema importante.

Principales problemas que perciben los no usuarios de bicicleta para desplazarse por este medio

También se han analizado las dificultades que, quienes no son usuarios de bicicleta, consideran que tendrían para usar este medio para su movilidad. De esta forma se pueden conocer los motivos que hacen que estas personas no se animan a usarla.

Los problemas más importantes que señalan los encuestados no usuarios de bicicleta coinciden, en gran parte, con los indicados por los usuarios y se refieren fundamentalmente a las dificultades de tráfico y los problemas de seguridad:
El peligro que supone la circulación en la ciudad es señalada como problema por el 91% y es muy importante para el 70%. Casi el mismo porcentaje (89%) señala como problema los conflictos con los conductores de automóviles, motos y autobuses que no respetan a los ciclistas, que es señalado como problema muy importante por un elevado 75%.

La invasión de carriles bici por peatones y coches es visto como un problema para desplazase en bicicleta por el 87% de no usuarios, entre los que 61% lo consideran como muy importante. La falta de carriles bici o vías pacificadas es un problema para el 82%, y el 62% lo destaca como problema importante. El peligro de que la bicicleta sea robada cuando se deja aparcada, es problema para el 80% de no usuarios, entre los que el 53% lo consideran como muy importante. La dificultad para dejarla apartada en lugar seguro fuera de casa es problema importante para el 54% y no importante el 23%. Para el 73% de no usuarios sería un problema para la movilidad en bicicleta los conflictos con los peatones que no respetan a los ciclistas. Estos conflictos son un problema importante para el 37%.

No poder llevar la bicicleta en los transporte s públicos (tren, metro, tranvía) es considerado como problema por el 61% de los no usuarios, entre los que el 41% lo consideran como muy importante. Sacar y metes la bicicleta del domicilio es visto con más como problema por el 61% de usuarios de bicicleta. El 27% lo consideran un problema muy importante. No son problemas para la mayoría de no usuarios, “no conocer bien las normas de circulación o las señales de tráfico, las direcciones de las calzadas, etc.” (es un problema para el 38% y el 18% lo señala como importante), ni “los conflictos con otros ciclistas” (lo señalan el 30% y lo consideran importante el 12%),

En cuanto a los problemas específicos que retraen a quienes no usan la bicicleta como medio de transporte, el principal es “no tener suficientes condiciones físicas para desplazarse en bicicleta”, que es señalado por el 51%, y que es considerado como problema importante por el 24%. Un porcentaje menor (45%) señala como problema “no disponer de bicicleta”, lo que es considerado como importante por el 22%.

Finalmente, se confirma que la imagen social que va asociada al uso de la bicicleta, solamente detrae a una pequeña minoría. Un reducido 7% cree que “desplazarse en bicicleta no da buena imagen o que está mal visto en algunas actividades sociales” (solamente el 1% lo considera muy importante) y, únicamente, el 4% cree que sería un problema “la imagen social poco adecuada que daría desplazándose en bicicleta teniendo en cuenta mi edad o posición social”. Solamente el 1% el que considera esta cuestión como un problema importante.

Informe completo 2016 en PDF

Actualización de datos en 2017

En febrero de 2017 se ha realizado una segunda recogida y análisis de datos en el estudio sobre el papel de la bicicleta en la movilidad urbana. De esta forma, es posible completar la muestra con más información de interés. Este gráfico resume las principales resultados, que pueden consultarse detenidamente en esta hoja de cálculo.