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Por su apoyo al sionismo

12 de agosto de 2015

Boicot al concierto de Matisyahu en el Rototom 2015

Matthew Paul Miller es Matisyahu, el artista estadounidense que ha desatado la polémica a pocos días de que comience en Benicàssim el festival Rototom Sunsplash. La campaña Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) País Valencià solicita que se cancele el concierto del artista judío que, según la plataforma, ha participado en “festivales pro-sionistas, ha reconocido ser un amante de Israel y ha llegado a afirmar que Palestina no existe”.


Boicot al concierto de Matisyahu en el Rototom 2015
Kris Krüg (CC)  

El director del Rototom, Filippo Giunta, ya ha anunciado vía Facebook que mantendrá en cartel el concierto del músico hebreo y entiende que “se pretende con métodos poco discutibles que anulemos el concierto de Matisyahu sólo porque en privado cree que Israel tiene derecho a existir”. Además, el director afirma tajantemente que el artista “en sus canciones nunca ha hablado de política, sino de amor, paz y hermandad universal”. Además, el director considera que el “se escarnece contra Matisyahu sólo porque es judío” y añade: “todo esto me apesta a racismo”.

Cuando/si alguien nos demuestre que Matisyahu es un portador de mensajes de odio y violencia será nuestra cura cerrarle las puertas de nuestro escenario. Hasta el momento el Rototom no se hace intimidar de nadie y –boicot o no boicot- usa el mismo metro con todos”. Así es como Giunta defiende la postura del festival y al músico en cartel, a pesar de que otros artistas podrían caerse del festival, como ha sucedido con el colectivo teatral Pallas@s en Rebeldía, que se niegan a “compartir cartel con el sionista Matisyahu”.

Esta estrella del reggae fue cabeza de cartel en el DYF 3.0, un festival pro-sionista celebrado en Nueva Orleans el pasado mes de abril. Según la organización, este festival se organizaba para “celebrar la hermosa historia del movimiento de liberación del pueblo judío” y con el propósito de “empoderar a los partidarios de Israel, para que hablen a su favor en el futuro”, colocando el sionismo en centro del encuentro. Además, Matisyahu se declara “amante de Israel”, justificó el ataque a la Flotilla de la Libertad que provocó la muerte, por asesinato, de 10 personas que trasladaban ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Por otra parte, ha afirmado públicamente que “Palestina no existe”.

Son estas declaraciones, realizadas de manera pública, las que sirven a la campaña BDS para desmontar los argumentos de los organizadores del Rototom. “Al contrario de lo que afirma el director del Rototom, las declaraciones defendiendo al Estado de apartheid israelí no son privadas, sino públicas y en prensa”, han contestado. Opinan que las declaraciones de Giunta carecen “de cualquier fundamento y deciden ponerse de lado del opresor y mantener el concierto de alguien que defiende a un estado que impulsa actos bárbaros y terroristas”.

La campaña BDS denuncia desde hace 10 años la política sionista del estado de Israel, solicitando a la comunidad internacional medidas coercitivas “hasta que Israel cumpla con el Derecho Internacional y los principios universales de los Derechos Humanos”. En cuanto al boicot de actos culturales como el concierto de Matisyahu, el movimiento se reafirma en la necesidad de “boicotear la estrategia israelí de utilizar la cultura y los espectáculos como medios para invisibilizar la limpieza étnica del pueblo palestino y normalizar una situación aberrante desde los puntos de vista jurídicos y humanos”. Según el BDS, Israel destina grandes sumas de dinero para enviar por todo el mundo a sus representantes culturales con el objetivo de consolidar una imagen de “país normal”, de democracia de corte occidental, obviando el sometimiento del pueblo palestino.

Ana Encinas    El salmón contracorriente

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