Esta mañana se ha hecho pública otra de esas operaciones del Plan de Desinversión de Bankia, en el que anuncian haber vendido una gran cantidad de créditos morosos por valor de 895 millones de euros a varios fondos. Como suele ocurrir, la directiva de Bankia se ha dado palmaditas en la espalda y se han felicitado arropada por parte de la prensa salmón, que ve en esta operación un gran logro y avance en el proceso de desinversión en sectores no estratégicos que lleva realizando Bankia con el fin de mejorar sus cuentas para ser vendida/privatizada posteriormente. Pero ¿es tan buena esta operación?, ¿buena para quién?. Desarrollemos algo más dicha noticia y quiénes son sus beneficiarios.
Como ya he comentado, siempre que hay una operación de este calibre por parte de Bankia en la que venden activos del banco, nos muestran lo bien que lo han hecho y nos repiten varias veces el beneficio que han obtenido en la operación. Pero esta vez no ha sido igual. La cantidad que han hecho pública es la del valor de esos créditos de dudoso cobro y su procedencia, 895 millones de euros de créditos a particulares y a pymes. También se han apresurado a dar la cantidad de 482,2 millones de euros, que será lo que disminuya sus créditos de dudoso cobro. Todo esto está genial para Bankia, que ve cómo desaparecen de su contabilidad unas cantidades que quedan muy feas en sus libros y así pueden disminuir ratios tan delicados a la vista del inversor como es el ratio de morosidad y dudoso cobro.
Pero hay un dato que no han hecho público: el descuento al que han vendido esos 895 millones de créditos. No han hecho público cuál ha sido el dinero que la nacionalizada Bankia ha ingresado por poner esos dudosos créditos en manos de otros. Operaciones similares a ésta suelen ofrecer un descuento del 95% por lo que Bankia debe de haber ingresado cerca de los 50 millones de euros, perdiendo unos 850 millones de euros (no olvidemos que con Bankia nacionalizada los que perdemos esos millones somos nosotros).
Recuerdo cuando Bankia o las cajas que la componían sacaban pecho en sus juntas al hablar de sus resultados y de su crecimiento, basado en esos arriesgados créditos. Sus cifras de negocio aparecían en todos los medios y Blesa y compañía se felicitaban y se repartían cuantiosos bonus para celebrarlo. Luego todos sabemos lo que pasó y después de un rescate, que todavía no sabemos cuánto nos ha costado gracias a la opacidad del Gobierno, ahora vemos cómo aquellos créditos son regalados al 5% de su valor a fondos, en lo que todos conocemos como una operación más de nuestro Gobierno por “Privatizar los beneficios y nacionalizar las pérdidas”
¿A quién se le venden esos créditos? Bankia y los medios les llaman “fondos de capital riesgo”, pero todos sabemos que los únicos que compran créditos de dudoso cobro con un descuento tan grande son los fondos buitre, empresas carroñeras que no dudarán ni un segundo en echar de su casa a una familia porque no pudo hacer frente a su hipoteca o al crédito de una lavadora.BuitresMadrid.
Debemos exigir una banca pública que mire por el ciudadano
Al vender estos créditos a los fondos buitre, Bankia no sólo maquilla sus cuentas y sus índices de morosidad, sino que también maquilla su imagen pública, ya que no es lo mismo para la opinión ciudadana un titular de periódico que diga “Bankia (o el SAREB) desaloja un edificio enviando a 10 familias a la calle” que uno que diga “El Fondo de Inversión Americano Blackstone envía a 10 familias a la calle”, de tal manera que nosotros vemos cómo esos fondos carroñeros desalojan a familias sin ningún tipo de escrúpulos, pero nos olvidamos o no percibimos que ha sido un banco nacionalizado -o el banco malo- el que ha traspasado ese crédito a los buitres, sabiendo de sobra cuáles son las consecuencias de dejar a su población (la cual financió su rescate con sus impuestos) en manos de buitres.
Todo esto vuelve a poner encima de la mesa, si es que algún día dejó de estarlo, el debate sobre la necesidad de una verdadera banca pública. Una banca que no tenga puesta la vista solamente en sus resultados contables, que no esté en manos de directivos como Goirigolzarri, que tienen como única misión mejorar unas cuentas y hacerlas atractivas a los ojos de los inversionistas. El proceso de desinversión de Bankia no es más que una nacionalización de las pérdidas, ahora que es “pública”, para poder privatizarla una vez saneada. En su camino dejará unas pérdidas millonarias para las arcas públicas, que a su vez nos traerán más recortes todavía, miles de desahucios y una mayor desigualdad económica que seguirá abriendo la brecha entre las élites financieras y esos que supuestamente “vivimos por encima de nuestras posibilidades” por querer comprar una vivienda propia.
Debemos exigir una banca pública que mire por el ciudadano, que ayude a la economía real y no a la especulativa, que sea el motor que necesita nuestro país mediante el crédito a pymes y familias.
Podéis encontrar más información sobre la Plataforma por la Banca Pública aquí.
Os dejo también el vídeo que realizó el medio Periodismo Humano “Así desahucia un fondo buitre” pero quiero remarcar que son igual o más culpables los bancos nacionalizados como Bankia, el SAREB y organismos públicos como el IVIMA que dejan en manos de buitres a los ciudadanos.
Un abrazo público.
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